La necrópolis de Santa Teresa
Bajo la escalera de acceso a la iglesia y al actual convento de Santa Teresa, en la parte vieja donostiarra, se encontraron restos de un antiguo cementerio con diferentes niveles de ocupación, que se pueden describir así:
Enterramientos en fosa superior: tumbas construidas con sillares de arenisca y cubiertas con tapas a dos aguas, así como más de una veintena de enterramientos en fosa simple. La mayor parte de los cadáveres se disponían en posición de decúbito supino, orientados al Este y con las extremidades superiores cruzadas sobre el vientre o la pelvis, correspondiendo más de un tercio a individuos jóvenes. Se localizan dos estelas discoidales talladas en piedra arenisca con decoración, asociadas a los enterramientos.
Enterramientos en fosa inferior: esqueletos de quince individuos adultos y dos infantes, todos ellos en posición de decúbito supino y orientados al Este. Los esqueletos se encontraban distribuidos de una manera homogénea y prácticamente en contacto con el nivel superior de tumbas de lajas. Uno de los individuos llevaba alojada en la zona de la pelvis una hebilla de cinturón de cobre, único ajuar registrado en este nivel. Asociados a los enterramientos se registraron dos pies de estela funeraria tallados en piedra arenisca.
Enterramientos en tumbas de laja superior: tumbas de lajas orientadas al Este, la mayor parte de ellas de forma rectangular, más estrechas en la zona de los pies y con orejeras en la cabecera. Las cubiertas estaban realizadas con varias lajas de arenisca irregulares de unos diez centímetros de espesor, aunque alguna de las tumbas había perdido parte de las mismas. Relacionadas con las tumbas de lajas, se localizaron tres estelas funerarias, dos de ellas discoidales y con decoración en ambas caras, y otra de forma rectangular sin decoración ni inscripción alguna.
Enterramientos en tumbas de laja inferior: enterramiento infantil, orientado al Este, en posición de decúbito supino y con las extremidades superiores extendidas y pegadas al cuerpo, que presentaba una laja en la cabecera y otra a los pies. No poseía ningún tipo de ajuar, aunque sí dos pequeñas piedras alojadas bajo del cráneo para sujetarlo.
La necrópolis se extiende hacia la iglesia de Santa María, mientras que hacia el interior del convento de Santa Teresa ha desaparecido. Las dataciones por C14 aportan una cronología que abarcaría desde el último tercio del siglo X hasta finales del siglo XIV. Se trata, por lo tanto, de una necrópolis anterior a la fundación de Donostia como villa, quizá asociada a la cercana iglesia de Santa María. El abandono del cementerio se produciría de una manera progresiva, posiblemente entre los siglos XV y XVI, cuando ya se comienza a enterrar en el interior de las iglesias y los cementerios exteriores se dejan de utilizar.