Caminos de la Provincia
La historia caminera de Gipuzkoa se ha relevado como una de las investigaciones históricas más fructíferas de los últimos años.
Hasta el desarrollo de las villas, a partir del siglo XIII, se observa una trama de caminos enfocada a la comunicación del Bajo Oria y Urumea con Navarra, vía sierra de Aralar principalmente, desde la que se distribuyen las vías a través de los pasos de montaña: hasta la costa por Andatzarrate, hasta Bergara por Goierri y Alto Urola… siguiendo en buena medida la ruta estacional itinerante del ganado. A estos pasos hay que añadirles los pasos entre valles, flanqueados por castillos, en los que se hallan restos románicos.
La fundación de las villas, a partir del siglo XIII, crea dos grandes ejes de comunicación Norte-Sur, entre la costa y Álava, camino de Castilla. Básicamente siguen dos valles y se articulan por las villas: de Arlaban a Bergara y de ahí a Mutriku y Zumaia-Getaria por San Prudencio (valle del Deba); de Biozkorna a Legazpi, y de ahí toda la cuenca del Oria hasta la costa. Estos ejes no desplazan los anteriores, sino que los incluyen en un segundo plano jerárquico, al menos en cuanto a cuidados y calidad. Así, la red viaria provincial se va trazando del mismo modo que las instituciones provinciales: sumando, agregando las partes.
El culmen de esta evolución llegará a mediados del siglo XVIII, con la construcción y financiación por parte de Gipuzkoa del nuevo camino real de coches, que atraviesa diagonalmente la Provincia (SO.-NE.) cuando une Arlaban con Irun. El trazado original, planeado por el arquitecto Ibero, unía Gatzaga con el Valle de Leintz y el alto Deba y, vía Oñati-Legazpi-Zumarraga llegaba hasta el Goierri. Sin embargo, esta vía fue reemplazada por otra más acorde con un trazado para ruedas, la del puerto de Deskarga a Zumarraga. En este desvío, además de la comodidad, pesó, y mucho, el interés comercial de Bergara y Arrasate. Por contra, el tramo San Adrián-Igartza, que atravesaba la sierra de Aizkorri y bajaba por el Alto Oria hasta Beasain, queda fuera de esta ordenación y se le adjudica la categoría de camino de postas. En Beasain retoma la vieja vía del Oria y continúa por Tolosa, pasa al Urumea por Urnieta hasta Astigarraga, y de Oiartzun llega a Irun y cruza el Bidasoa por Behobia.
El camino de coches no llega hasta Donostia, no al menos como tal, debido a las dificultades de acceso, y es un desvío desde Hernani el que lo une. A la altura de Tolosa, se planeó un ramal hacia Navarra. Otro ramal partía desde Bergara a Mutriku-Deba, siguiendo el anterior camino del valle. Se conformaba así un trazado plenamente actual en su mayor parte. La mayor modificación, mucho más adelante, fue la inclusión en el trazado principal del tramo de Otzaurte, que desde Navarra bajaba a Zegama (Alto Oria).
Este camino quedó prohibido a los carros con ruedas reforzadas con puntas, lógicamente por el daño que causaban aquellos vehículos adaptados al barro y el monte. Fue un proyecto financiado por deuda pública, por impuestos al consumo que variaban según la cercanía o el provecho respecto del camino, y por la propia Diputación. También se establecieron “cadenas”, puntos en los que se pagaba por pasar (la toponimia actual recuerda dos: a la entrada de Irun desde Oiartzun antes de desviarse a Hondarribia; en Beasain, en la confluencia de caminos del Alto Oria y del Alto Urola). Se redactó una estricta normativa de mantenimiento.
Podemos hablar de este camino como un proyecto de la Ilustración local, que veía en él un padre que iba a fertilizar a la madre (la Provincia) mediante el comercio generado a través del mismo.