Señores de la tierra
La Edad Media en Gipuzkoa
La Edad Media en el territorio de Gipuzkoa se caracteriza por algunas peculiaridades respecto al modelo feudal imperante en el resto de Europa Occidental. Jurídicamente se configura como tal territorio durante este periodo, y socialmente lo hace con la irrupción de un modelo que pasa de no existir a ser predominante. Esta rápida evolución –teniendo en cuenta los ritmos históricos de la época- no ocurrirá sin fuertes tensiones, y dará lugar a un régimen de organización social, política, jurídica, económica y geográfica que también resultará peculiar en el contexto europeo, incluso algo diferente al de los otros territorios vascos.
El solar y el parentesco
Las bases de las relaciones sociales se asientan en el solar y el parentesco. El solar es el elemento primero, tiene entidad geográfica y jurídica propia; sobre él que se asienta un grupo familiar bastante extenso, unido sobre todo, pero no exclusivamente, por lazos de sangre y con fuerte jerarquía interna. De su nombre provendrán los apellidos. No todos los solares tienen el mismo valor económico y social. Geográficamente, hay una organización de comunidades amplias, conocidas como valles (aunque no siempre coinciden con los valles físicos), en los que se integran estos solares reunidos en aldeas con su correspondiente iglesia.
A su vez, los grupos de parentesco se aglutinan en linajes, dirigidos por el cabeza de la familia más preponderante: son los denominados Parientes Mayores.
Más información en “Casas torre y linajes de Gipuzkoa” (Colección Bertan).
Linajes y Bandos
Los jefes de linaje controlan militar, económica y jurídicamente territorios más o menos delimitados, y sobre todo a las gentes que los habitan. Son “señores de la guerra”, cabecillas de hombres armados, más fuertes cuanta más gente dirijan, y “señores de la tierra”, propietarios directos o detentadores de derechos y rentas sobre pastos, bosques, heredades, ferrerías, molinos, puentes, caminos, hasta parroquias y ermitas, o poseedores de cargos señoriales, como el de impartir justicia. La Torre o Casa Fuerte es el símbolo de este doble poder.
La agrupación de linajes da lugar a bandos. En Gipuzkoa, los bandos que se forman son el oñacino (encabezado por los Lazkano, cuyo solar se asienta en la localidad del mismo nombre) y el gamboino (encabezado por los Olaso, de Elgoibar), enfrentados entre sí y a su vez relacionados con bandos similares de los territorios vecinos.
Información complementaria en www.banderizoak.net